viernes, 15 de enero de 2010

Ansiedades de otro Mundo



Marcos Salgado
Santo Domingo/República Dominicana

En el Aeropuerto de las Naciones, en la capital de la República Dominicana, nada altera el ritmo habitual de turistas con cierto glamour caribeño de final de la semana. Sólo el viajero atento podrá ver en un extremo de la terminal, en la zona reservada a "pasajeros de cruceros" extraños movimientos de contingentes nerviosos. Son los que quieren ir a Haití, que está tan cerca, pero tan lejos de este país de al lado, con el que no comparte ni idioma, ni cultura, ni ingreso per capita, ni asfalto, ni edificios, ni celulares, ni terremotos definitivos. Aunque todo ocurre en una misma isla no muy grande.

Los que desentonan en la impecable terminal del país-mundo de al lado, se nota, pretenden estar sólo de paso, ansiosos, llevan uniformes de colores chillones, y perros gigantes y mansos, mansísimos. Vienen de España, Francia e Inglaterra. Son los grupos civiles de rescate, voluntarios ansiosos por colaborar en el rescate contra reloj de las víctimas sepultadas en el terremoto que asoló al país de al lado, en la misma isla La Española. Están muy cerca, a 30 minutos de vuelo del lugar donde esperan ponerse a trabajar, pero están lejos, muy lejos.

Es que llegar a Haití 72 horas después de la demolición es, casi, una misión imposible. El aeropuerto de Puerto Príncipe está colapsado por el intento simultáneo de decenas de naves militares de gran porte que intentan aterrizar y -una vez en tierra- no encuentran quién desarme el nudo. Hay problemas logísticos incomprensibles para la urgencia del momento. El aeropuerto de Barahona, la otra terminal que podría recibir aviones de gran porte en la República Dominicana se quedó sin combustible, y todos deben entonces dirigirse al Aeropuerto de las Américas. Las grandes naves de transporte militar devoran miles y miles de litros y la lista de espera para recargar el viernes era sencillamente desalentadora.

Así, sólo pueden llegar a Puerto Príncipe los aviones que pueden esperar volando en círculos varias horas. Un Hércules de la aviación mexicana logró depositar su preciada carga de ayuda humanitaria en Haití luego de sobrevolar el aeropuerto tres horas y media. Lo mismo sucedió con los cuatro gigantescos Ilushin 76 de la aviación rusa, que luego de mucha paciencia lograron dejar en Haití el más batallón más completo de médicos y rescatistas bien pertrechados, de los que poco o nada han reflejado hasta ahora la prensa occidental.

Son más de 120 especialistas y hasta un avión adaptado para funcionar como hospital, que se quedó en Haiti para responder precisamente a una de las urgencias principales: la falta de Un funcionario de la embajada de Rusia en Venezuela se quejaba amargamente ante este cronista por la ausencia de menciones en los reportes de prensa a la presencia rusa. Algo similar sucede con la participación venezolana. Los rescatistas de la Brigada Simón Bolivar fueron los primeros en llegar y en el día cuatro de la tragedia pusieron un segundo cargamento en Puerto Príncipe, también luego de volar varias horas en círculo sobre el aeropuerto controlado ahora por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Mientras nuestro avión hace cola para cargar combustible y así intentar volar temprano, muy temprano, en la mañana del sábado hacia Puerto Príncipe, vemos a unos rescatistas españoles correr hacia un ómnibus que los llevara -esperan- a una base militar para de ahí partir en avión que -desean- fletó especialmente la embajada ibérica en Santo Domingo. Hacia el otro lado corren 55 costarricenses con casacas naranja, que llegaron en un vuelo comercial ordenados y bien peinados, y ahora no saben cómo seguir a destino.

De todos estos fugaces compañeros de ansiedad nos despedimos con saludos cordiales, y prometemos encontrarlos, tal vez, en las calles de Puerto Príncipe. Tal vez no todos lleguen, o tal vez por las enormes dificultades logísticas de esta isla con dos mundos, lleguen definitivamente tarde.

1 comentario:

  1. Contaba un cooperante español que los yankis no les habían dejado aterrizar su avión (con, entre otras cosas, 2 hospitales de campaña), porque daban prioridad a sus aviones militares.
    http://www.cadenaser.com/internacional/audios/msf-puede-ser-cargos-ayuda-humanitaria-puedan-aterrizar-puerto-principe/sernotint/20100118csrcsrint_3/Aes/

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